En una noche cargada de simbolismo, Portugal venció 2–1 a la USWNT en Chester (Subaru Park) y firmó su primera victoria de todos los tiempos ante las tetracampeonas del mundo, además de celebrar sus primeros goles en este enfrentamiento. Todo, en el marco del homenaje a Alex Morgan, una leyenda del fútbol estadounidense.
Crónica del partido
El amistoso arrancó con vértigo: a los segundos de juego, Rose Lavelle sorprendió y adelantó a EE. UU. Portugal, lejos de encogerse, se asentó con balón y empezó a ganar metros. El empate llegó antes del descanso con un cabezazo de Diana Gomes tras una acción a balón parado que hizo justicia al crecimiento luso.
En la reanudación, el guion se tensó. EE. UU. acumuló llegadas y remates, pero Fátima Pinto apareció en el momento clave para firmar el 2–1 y desatar la euforia visitante. Los últimos minutos fueron de resistencia ordenada: líneas juntas, lectura táctica impecable y temple para bajar pulsaciones cuando tocaba.
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— Portugal (@selecaoportugal) October 24, 2025
Claves del triunfo
- Pegada en momentos bisagra: respuesta inmediata tras el golpe inicial y gol ganador en la fase más caliente.
- Fortaleza en estrategia: dos dardos a balón parado que inclinaron la balanza.
- Oficio defensivo: gestión del área propia y concentración máxima en el tramo final.
El hito y lo que significa
Lo de Portugal no es un simple “sorpasso” de una noche: es un techo histórico roto. Después de múltiples enfrentamientos sin victoria ni goles, la Seleção consigue por fin derrotar a una selección que marcó el estándar de la última década. Para el grupo luso, es gasolina emocional de alto octanaje: valida un proyecto que lleva años creciendo y envía un mensaje claro al panorama internacional —Portugal compite, y ahora también gana contra las potencias tradicionales.
Para EE. UU., el resultado es un toque de atención en plena transición generacional: no basta con volumen de ocasiones si no hay control de áreas y precisión en los detalles. El partido, además, quedará enmarcado por el tributo a Alex Morgan, icono de toda una era, lo que añade una capa extra de significado a una noche ya de por sí inolvidable.



