Mientras el fútbol femenino celebra cifras históricas de público y audiencia, un nuevo informe de Women in Football (WIF) expone una realidad menos visible: la discriminación sigue siendo parte cotidiana para muchas mujeres en la industria. El 78% ha sufrido discriminación de género y más de la mitad afirma que sus denuncias no reciben respuesta institucional.
Barreras dobles para las minorías étnicas
La situación se agrava para quienes, además de ser mujeres, pertenecen a minorías étnicas. Solo el 10% siente que su trabajo es valorado y apenas el 29% cree que puede prosperar en el sector. El sesgo inconsciente afecta al 75,6% de estas profesionales, frente al 56% del total.
Abuso online y falta de acción
El acoso digital tampoco da tregua: el 76% denuncia que la discriminación online ha aumentado o se mantiene, cifra que sube al 81% entre minorías. Casos como el de Jess Carter, quien recibió insultos racistas tras la Eurocopa 2025, ilustran la presión constante y la escasa protección real.
Resiliencia forzada y optimismo cauteloso
Pese a todo, un 77% mantiene la esperanza en su futuro dentro del fútbol. Sin embargo, desde WIF insisten: «No podemos seguir confiando solo en la resiliencia de las mujeres; necesitamos compromiso institucional y cambios culturales profundos».
- La cultura laboral sigue siendo un obstáculo clave.
- Sistemas de denuncia ineficaces perpetúan el silencio.
«Barriers are often higher when gender intersects with other underrepresented identities… Together, we can turn evidence into action.» – Ebru Köksal, presidenta de WIF
Fuente: Her Football Hub.