El Twente y el Chelsea firmaron un empate intenso que explicó el nivel competitivo de la nueva fase liga. Las neerlandesas arrancaron con ritmo alto, presión coordinada y verticalidad por los costados; las londinenses respondieron con pausa y colmillo en transiciones. El 1–0 local llegó tras una secuencia bien trabajada por banda, con centro tenso y llegada desde segunda línea. El Chelsea igualó antes de que el partido se le escapara: recuperación en campo rival, pared corta en el balcón del área y definición ajustada para el 1–1.
Con el marcador equilibrado, el Twente empujó desde su bloque medio-alto y el balón parado, mientras el Chelsea trató de gobernar los tiempos con posesiones más largas y cambios de orientación para liberar a sus extremos. Hubo tramos de ida y vuelta, dos intervenciones decisivas de las porteras y un tramo final en el que ambos equipos pudieron ganarlo: las locales con un remate en segunda jugada tras córner; las inglesas, con una contra que se marchó por centímetros.
El 1–1 deja sensaciones positivas para ambos. El Twente compitió de tú a tú con un aspirante y sumó en casa; el Chelsea salvó un duelo complejo fuera y mantiene margen para crecer en automatismos. En una fase de seis jornadas, el punto es útil, pero la lectura común es clara: los detalles marcarán la clasificación.
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