Durante el reciente parón internacional masculino, Goodison Park, habitual hogar del Everton Women esta temporada, se transformó en centro de operaciones para la selección nacional de Irlanda del Norte. El histórico estadio, salvado de la demolición gracias al traslado del equipo femenino, acogió las sesiones de entrenamiento del combinado norirlandés mientras preparan sus decisivos partidos clasificatorios para el Mundial.
El ambiente fue distendido y optimista, como reflejaron las imágenes compartidas por la propia selección antes de viajar a Eslovaquia. Irlanda del Norte aún sueña con la clasificación, aunque necesita ganar sus dos últimos encuentros para mantener vivas sus opciones.
Vuelta a la rutina
Tras la breve estancia internacional, Goodison Park vuelve a manos del Everton femenino, que no disputará su próximo partido en casa hasta el 13 de diciembre frente al Arsenal. Antes, les esperan tres salidas exigentes en una WSL cada vez más competitiva y con cambios estructurales a la vista: esta será la última temporada con un solo descenso directo.
El técnico Brian Sorensen ha reconocido su insatisfacción con el rendimiento liguero hasta ahora. El próximo duelo ante un West Ham necesitado será clave en la lucha por evitar el descenso.
Fuente: She Kicks.





