El Atlético de Madrid llegó a Enschede con la memoria fresca de las derrotas ante Manchester United y Juventus, y con una urgencia competitiva que se notó desde el pitido inicial. El Twente, aún sin victorias en la UWCL, apostó por un bloque medio con salida paciente y laterales profundos; enfrente, el plan de Víctor Martín fue claro: altura de laterales, agresividad tras pérdida y mucha vida por los carriles interiores para fijar y soltar a las puntas.
La primera media hora dibujó el guion rojiblanco: presión alta asimétrica —Amaiur barriendo de central a portera, Jensen orientando hacia banda y Luany saltando a la espalda— y una primera línea neerlandesa obligada a dividir. El 0-1 nació de ahí, en una recuperación en campo rival que permitió a Amaiur Sarriegi perfilarse y definir con frialdad. El golpe dejó al Twente en dudas y el Atleti olió sangre: balón parado, segunda jugada y Júlia Bartel conectó un golpeo seco desde la frontal para el 0-2, premio a la superioridad en segundas jugadas.
El descanso no cambió la energía visitante. Con el bloque 10 metros más alto y Fiamma Benítez flotando como interior-libre para juntar pases, el Atleti encontró el 0-3 en una acción nacida en el half-space izquierdo: conducción, pared corta y latigazo de Synne Jensen desde media distancia. El Twente se estiró con más centros laterales, pero cada intento se estrelló contra una estructura de rest defense bien armada y una Lola Gallardo segura en los balones aéreos.
En el tramo final, las rojiblancas no concedieron ni el consuelo. Otra presión exitosa dejó la jugada viva dentro del área y Fiamma cazó el cuarto para firmar una victoria con sello de equipo: intensidad, lectura y eficacia. El Atleti no solo sumó tres puntos: se reordenó anímicamente y, sobre todo, encontró una sociedad arriba —Amaiur–Jensen–Fiamma— que cambia la temperatura del grupo.
Claves tácticas
- Presión con sentido: saltos coordinados que forzaron el juego directo del Twente y activaron robos en zona 2/3.
- Interiores dominantes: Bartel como metrónoma y box-to-box llegó a zonas de golpeo; Gaby equilibró para sostener segundas jugadas.
- Half-spaces, no solo banda: el Atleti generó ventajas atacando intervalos, no únicamente por fuera; de ahí llegaron el 0-2 (segunda jugada) y el 0-3 (golpeo desde dentro).
- Gestión del marcador: con ventaja, el equipo moduló el ritmo —pausas largas, faltas tácticas— y mantuvo una rest defense de tres que disuadió las transiciones locales.
- Carácter: cuatro dianas en una plaza incómoda y sin desconectarse en los cierres de cada parte: mensaje nítido para lo que viene.






