Noche grande de UWCL en Stamford Bridge entre dos colosos que se conocen de memoria. Chelsea, aún invicto en la fase liga, salió con mordiente y laterales muy altos; Barcelona, líder de grupo, buscó imponer su pase corto y las alturas de Aitana Bonmatí y Kika Nazareth entre líneas para activar rupturas. Banquillos de lujo —Sonia Bompastor y Pere Romeu— y un duelo que respiró semifinales en pleno otoño.
El primer tramo fue azul y encontró premio pronto: en el 17’, Ellie Carpenter apareció por dentro tras una circulación rápida y batió a Cata Coll con un latigazo. El 1-0 obligó al Barça a acelerar por fuera y a cargar el área con Salma Paralluelo; el empate llegó al 26’ en una acción de insistencia a balón parado que Ewa Pajor convirtió en el 1-1 con un remate cruzado. Hubo un parón técnico poco después que enfrió el ritmo, pero no cambió la foto: partido partido, de áreas.


Photos by Molly Darlington – UEFA/UEFA via Getty Images
Tras el descanso, el Barça gobernó la posesión y fijó al Chelsea abajo con los triángulos Ona Batlle–Aitana–Graham Hansen en derecha y las llegadas de Alexia Putellas. Faltó, eso sí, filo en el último toque: centros que no encontraron remate y segundas jugadas que quedaron a medias. Chelsea respondió con un plan claro: transiciones a la espalda, Lauren James como faro en conducción y pisadas de Catarina Macario por dentro. El larguero y Cata Coll evitaron el 2-1 local; al otro lado, el oficio de Millie Bright y Nathalie Björn neutralizó los centros finales culés.
Claves tácticas
- Salida vs. presión: Bompastor orientó la presión para morder a Mapi León y Irene Paredes; cuando el Barça superó primera línea, vivió mejor en campo rival.
- Laterales determinantes: Carpenter fue daga por dentro-afuera en el 1-0; Ona dio altura constante para encadenar ataques posicionales.
- Duelos exteriores: Graham Hansen exigió a Niamh Charles; James castigó cada pérdida culé.
- Balón parado y segundas jugadas: ahí encontró el Barça el 1-1 y ahí sufrió Chelsea en su peor tramo.
- Gestión emocional: tras el parón técnico, el partido perdió continuidad; quien manejó mejor esos micro-momentos evitó que el duelo se descontrolara.
Empate que sabe a examen superado para el Chelsea, sólido para sostener su plan y amenazar a la contra, y a punto trabajado para el FC Barcelona, que mandó en el juego pero no en las áreas. Dos candidaturas que se miran de frente en un grupo de máxima exigencia: cada detalle cotiza como primavera.







