A su llegada al Wankdorf de Berna, las jugadoras de España se toparon con un “compañero” inesperado: un pequeño robot teledirigido desde el Hospital Sant Pau de Barcelona. Tras la cámara estaba Mateo, un paciente pediátrico que, gracias al programa conjunto de UEFA Foundation for Children, Awabot y la RFEF, pudo recorrer virtualmente el vestuario, saludar una a una a las internacionales y desearles suerte antes del partido contra Italia.
La iniciativa, que enlazará varios estadios de la Euro con hospitales catalanes, persigue un doble impulso emocional: regalara los niños un respiro cargado de ilusión y, al mismo tiempo, inyectar energía positiva a la plantilla. “Ver sus caras de felicidad nos recuerda por qué el fútbol es mucho más que un resultado”, comentaron las jugadoras, visiblemente conmovidas por la experiencia.
Para Mateo quedó una tarde inolvidable –camisetas firmadas y fotos virtuales incluidas—y para la Selección, la certeza de que la sonrisa al otro lado de la pantalla también empuja hacia la victoria.
Fuente: El sueño de Mateo – RFEF.es




