La Real Sociedad se llevó la victoria más agónica al imponerse por 0‑1 frente al DUX Logroño en un duelo que parecía condenado al empate… hasta el minuto 98. El equipo visitante construyó su triunfo desde el control del medio campo y con la mirada siempre fija en esa ocasión decisiva.
El encuentro tuvo su guion habitual hasta el final: el DUX fue quien más inquietó, con incursiones peligrosas que rozaron el gol con un remate que se estrelló en el larguero y otro que la portera Julia Arrula desvió con una gran intervención. La Real, por su parte, combinó paciencia y empuje constante, aunque sin terminar de encontrar el hueco definitivo.
Y entonces, la jugada que sacudió Las Gaunas: en el descuento, una acción dentro del área reclamó penalti con fuerza desde el banquillo realista. Tras más de seis minutos de tensión y revisión en el VAR, la árbitra indicó pena máxima. Nerea Eizagirre, con temple y liderazgo, asumió la responsabilidad, engañó a la guardameta y estalló la euforia con un disparo seco que definió el partido en el minuto 98.




