El Atlético de Madrid firmó una goleada contundente frente al Levante UD (4‑0) que confirma su buen estado de forma, pero con matices: la estrella Luany no entró al campo hasta el arranque de la segunda mitad, y aún así brilló. Fue un dominio rojiblanco reparado y eficiente, donde las otras goleadoras también dejaron su huella.
El choque arrancó con un Atlético que buscaba abrir la lata desde el primer minuto. Amaiur Sarriegi lo hizo al minuto 8 con un disparo certero tras una combinación ofensiva por banda. El Levante intentó equilibrar con contraataques, pero se le notó falta de profundidad en los últimos metros. Ya en el inicio de la segunda parte, con Luany ingresando al campo, apareció su gol en el 51’ para doblar la ventaja, mostrando olfato, movilidad y buen remate.
El tercer tanto lo firmó Júlia Bartel en el 57’, con una volea desde fuera del área que dejó la portería rival inalcanzable. Y aún hubo más: en el tiempo añadido, Andrea Medina cerró la cuenta con un gol que dejó claro que el Atlético no bajó el pie del acelerador. El Levante, por su parte, apenas pudo generar ocasiones claras, y se vio superado sobre todo tras el descanso, cuando el Atleti impuso ritmo, precisión y puntería.
Fue una victoria que refuerza la confianza rojiblanca: con rotaciones, con entrada de jugadores desde el banquillo, pero con capacidad para rematar los partidos con contundencia. Con este resultado, el Atleti reafirma su candidatura al título, dejando claro que su ataque no tiene techo.
