La actual Balón de Oro atiende a MARCA con la mirada puesta en la semifinal de esta noche ante Alemania, rival al que España nunca ha derrotado. Repuesta de la meningitis vírica que la llevó al hospital a cinco días del debut, la centrocampista admite que fue “un golpe inesperado” pero celebra haber pasado “de la cama al césped” en tiempo récord: “Estoy al cien por cien y con ganas de volver a ser protagonista”, asegura tras su exhibición y premio MVP frente a Suiza.
Bonmatí subraya que la Roja llega “con chispa, ambición y confianza plena en lo que está construyendo”. No teme la historia germana —ocho Eurocopas— y reclama realismo: “La presión la tienen ellas; nosotras aún no hemos ganado ninguna, pero si estamos aquí es para intentar alcanzar nuestra primera final”. Para lograrlo, avisa, habrá que “rozar la excelencia colectiva e individual” frente a un bloque que “transiciona muy rápido y suele esperarnos en bloque medio o bajo”.
Con 18 goles a favor y un centro del campo que rivales describen como “el mejor del mundo”, la catalana se siente en plena sintonía con Patri Guijarro y Alexia Putellas: “Somos distintas y eso enriquece al equipo”. El Balón de Oro 2025 no le obsesiona: “Primero lo colectivo; si vienen premios individuales será consecuencia de que España gana”. Lo inmediato, insiste, es “pensar jugada a jugada” para dejar atrás la espina olímpica y seguir “comiéndonos el mundo” en una Euro que ha batido récords de audiencia y que Bonmatí quiere despedir con otro título histórico.
Fuente: Entrevista Marca




