A 48 h del choque decisivo en Basilea, la selección española ha instalado dos cámaras hiperbáricas portátiles en el hotel de concentración. Bajo supervisión médica, las jugadoras pasan sesiones de 60 minutos a 1,4 ATA de presión con un 95 % de oxígeno, protocolo que acelera la regeneración muscular, disminuye la inflamación y facilita la recuperación de pequeñas contusiones acumuladas durante el torneo. El cuerpo técnico alterna estos baños de oxígeno con crioterapia, masajes y trabajo de estiramientos dirigido por los fisioterapeutas.
El objetivo es claro: minimizar la fatiga tras la extenuante semifinal ante Alemania y asegurar que el plantel llegue con “las piernas frescas y la cabeza despejada” ante Inglaterra. Una práctica habitual en deportes de resistencia que la RFEF incorporó al plan de preparación desde el pasado Mundial y que las propias jugadoras, según el departamento médico, describen como “una hora de descanso que vale por dos de sueño”.
Fuente: RFEF.es, “Métodos de recuperación antes de la final: las cámaras hiperbáricas”




