La selección española femenina de futsal afronta su primer Mundial con una preparación prolongada y marcada por la ilusión y el sentido de responsabilidad. Desde Filipinas, Clàudia Pons explicó que el grupo percibe la dimensión histórica del torneo y llega con un trabajo planificado desde agosto para anticipar los exigentes escenarios de la competición.
Pons señaló que siente esta cita como un reto colectivo que también pertenece a todas las personas que han impulsado el futsal femenino en años anteriores. Recordó especialmente a Anita Luján, ausente por lesión, y a Alicia Morell, antigua seleccionadora, cuyo apoyo sigue presente. Subrayó que el equipo compite con la conciencia de representar un legado construido durante décadas.
La entrenadora destacó la importancia de gestionar la emoción del debut para poder mostrar la identidad habitual del equipo. Insistió en que el objetivo inmediato es centrarse en la puesta en escena ante Tailandia y mantener la esencia del juego: intensidad, cohesión y claridad en cada acción.







