
Arsenal 1-0 Barcelona
El fútbol es caprichoso, descarado, doloroso. El fútbol nos enamora, nos llena de rabia, nos ilusiona, nos desespera, nos corta la respiración.
En un partido de fútbol, en 90 minutos, podemos ver muchos partidos, muchos escenarios, demasiados panoramas, guiones completamente diferentes conforme el crono avanza en el marcador.
Y con el Estádio José Alvalade vestido de gala, desde que el balón echó a rodar ya se intuía que esta sería la final del Arsenal. Porque el Barcelona estuvo muy lejos de su mejor nivel, de su mejor fútbol, de su mejor juego.

Una final para olvidar para las culés
Al Barça le faltaron ideas, le pesaron los minutos acumulados durante toda la temporada y le sobraron demasiados errores no forzados que desencadenaron en la conquista de las inglesas de la deseada UEFA Women’s Champions League 18 años después de la primera, alzada en 2007.
El corazón de los barcelonistas se paró en el minuto 22 por el gol en propia puerta de Irene Paredes, que intentó taponar un pase al centro del área. Pero el alivio llegó tras las indicaciones del VAR, que indicaron el fuera de juego del Arsenal para devolver de nuevo la igualdad al electrónico.
Con las ‘gunners’ más metidas en el partido que las culés, Cata Coll voló por el cielo de Lisboa para enviar a saque de esquina un potente lanzamiento de Maanum en el 27′, que la mallorquina despejó con una mano salvadora.
Y con Cata pidiéndole más a las suyas, el despertar azulgrana llegó en el último cuarto de hora de la primera mitad, momento en el que el Barça consiguió arrinconar en su campo a las inglesas para empezar a merodear la portería rival.

Un partido nuevo en la segunda parte
Sin tiempo para más, llegó el ecuador del encuentro, dando paso a una segunda mitad que nada tuvo que ver con la primera. Porque el Barcelona salió a jugar su fútbol, el estilo al que tanto nos tiene acostumbrados, combinando sobre el césped del José Alvalade, triangulando, buscando un juego ofensivo, pisando el área rival.
Los mejores minutos del Barça en esta gran final de la Champions que provocaron el lanzamiento al larguero de Claudia Pina en el 49′ con la zurda.
Pero no fue suficiente para poder imponerse a este súper armado Arsenal en defensa, que consiguió frenar cada estacada azulgrana y conquistar el gol justo cuando mejor estaba el Barcelona.
Blackstenius, con un derechazo implacable a la red tras un pase filtrado de Mead, logró superar a Cata Coll en el 74′ y acabar con todas las opciones de las barcelonistas, incapaces de recuperarse tras este duro golpe.

Mariona, protagonista ante su ex equipo
Aunque el gol lo firmó la misma Blackstenius que luego se llevó el MVP a la mejor jugadora del encuentro, no hay duda de que la gran protagonista tanto de la previa como de la final fue Mariona Caldentey. La ex jugadora azulgrana estuvo en todas partes y supo anticiparse a cada balón filtrado de las culés. Suya fue también la decisiva última jugada del encuentro, una eterna posesión del balón para terminar de consumir los últimos segundos del tiempo añadido.

Y sin tiempo para luchar contra un crono que también le jugaba en contra este sábado, el Barcelona, en su partido 100 en la Champions League, se quedó con las ganas de alzar su tercera corona europea consecutiva para revelarle al mundo que este Barça también es humano.



