
Barcelona 2-0 Atlético de Madrid
Por la gracia de Claudia Pina. Por su pegada, por su descaro, por su idilio con el gol, por su gran estado de forma. Porque, balón que toca, balón que acaba en el fondo de la portería.
Porque ‘Pinagol’ se echó el equipo al hombro para liderar la victoria del Barcelona y regalarle el ansiado título de la Copa de la Reina, en una final en la que el Atlético de Madrid le planteó mucha batalla a las azulgranas.
El acierto de la delantera española, acompañado por el buen partido planteado por las ‘culés’, fue más que suficiente para superar a un conjunto rojiblanco al que le faltó un puntito más de cara a la portería rival.
Con la dolorosa derrota en la final de Champions ante el Arsenal en la memoria, el Barça salió con todo en busca de su tercer título de la temporada, tras levantar el de la Supercopa y el de Liga.
Y fue en el minuto 24 cuando Claudia Pina dio caza a su primera diana gracias a un potente disparo con su pierna diestra, que se coló ajustado en la portería defendida por Lola Gallardo.
El Atleti no levantó el pie del acelerador, ni mucho menos, y buscó incansable el área rival. Pero el buen hacer de una Ingrid Engen inmensa y las buenas intervenciones de Cata Coll privaron a las colchoneras de su ansiado gol.

Doblete de ‘Pinagol’ y undécimo título de Copa
Con la segunda mitad ya en marcha, Pina volvió a hacer acto de presencia para sentenciar la gran final con el definitivo 2-0, gracias a un perfecto y medido lanzamiento de volea con la diestra.
Doblete de ‘Pinagol’ para convertirse en la mejor jugadora de la final y ofrecerle al Barcelona su undécimo título de Copa (1994, 2011, 2013, 2014, 2017, 2018, 2020, 2021, 2022, 2024 y 2025).

Despedida con lágrimas de Engen
La imagen más dolora del encuentro la protagonizó Ingrid Engen, que se marchó del terreno de juego con lágrimas en los ojos, ya que todo apunta a que este ha sido su último partido como azulgrana.
La jugadora internacional noruega llegó al Barcelona en el año 2021 y, desde entonces, se ha ido ganando poco a poco el cariño de la afición culé, al igual que un puesto sobre el terreno de juego. De hecho, en la pasada temporada fue una pieza fundamental en el once titular barcelonista, ya que pasó de mediocampista a central para cubrir las innumerables bajas del equipo por lesión.






