
Fase de grupos de la UEFA Women’s Nations League 2025
Wembley fue testigo de las carencias de la Selección Española en ataque. Porque España salió con el balón jugado, construyó, lo intentó, dominó el esférico y llevó la batuta del juego, pero a la campeona del mundo le faltaron ideas arriba, le faltó pegada y le faltó acierto.
Sin Patri Guijarro, Alexia Putellas ni Tere Abelleira, todas por lesión, la ‘Roja’ acusó esa falta de una figura referente entre el centro del campo y el ataque, un nexo de unión para un último pase que nunca terminó de llegar. Y una buena rematadora…
Porque pese a las numerosas ocasiones de Lucía García, que llegó a estrellar el cuero contra el larguero en el 11′, las intentonas de Salma Paralluelo y las ganas de Claudia Pina, la que se adelantó en el luminoso y estrenó el marcador fue Inglaterra, gracias al tanto de Jess Park cumplida la primera media hora de partido.

Sí que aumentaron los lanzamientos desde fuera del área de la ‘Roja’, consciente de que las inglesas se encerraban como un fortín atrás sin dejar ni un solo centímetro libre, pero ningún balón complicó en exceso a la Selección Británica, que respiró aliviada por la falta de precisión del combinado de Montse Tomé.
La seleccionadora, buscando dar con la tecla de su selección, agotó los cambios y movió el banquillo hasta en cuatro ocasiones, dando entrada al partido a Leila Ouahabi, Athenea del Castillo, Maite Zubieta y Alba Redondo, en lugar de Olga Carmona, Lucía García, Salma Paralluelo y Laia Aleixandri, pero ni siquiera los cambios consiguieron solventar la problemática presente en España en los últimos tiempos: muchas llegadas y muy poco acierto.

Y así, la España campeona del mundo, la misma España que fue capaz de imponerse a Inglaterra en la gran final del Mundial de 2023 para alzarse con la corona, para ocupar el trono mundial, para dibujar su soñada estrella en el pecho, terminó cayendo ante la campeona europea. Una España a la que se le apagaron las ideas como la luz se apagó en esta fría noche en Wembley.