Wolfsburgo 1-4 Barcelona
Uno de esos partidos que pasan a la historia, un choque que no se olvida. El Barcelona firmó en territorio alemán ante el Wolfsburgo un auténtico partidazo para dejar el camino hacia las semifinales allanado.
El cuadro azulgrana, en el encuentro de ida de los cuartos de final de la UEFA Women’s Champions League, se impuso con solvencia y superioridad a un conjunto germano que cometió demasiados errores no forzados, errores que pagó muy caro.
Porque a este Barça no se le puede dejar vía libre y, mucho menos, regalarle goles. Eso fue lo que le pasó al Wolfsburgo, que vio cómo en el minuto 26 Dijkstra, en un intento de despeje tras un pase al interior del área de Aitana Bonmatí, no pudo evitar meterse el balón en su propia portería para estrenar el luminoso… en contra.
Con la segunda mitad ya en marcha, las azulgranas pusieron más tierra de por medio con el segundo tanto. Un perfecto centro chut de Mapi León llegó preciso y medido a las botas de Irene Paredes, que, reconvertida en ‘9’, solo tuvo que empujar el cuero para poner el 0-2 en el luminoso.
Y con las alemanas totalmente fuera de juego sobre el verde, el cuadro culé firmó una contra magistral, con un impecable cambio de orientación de Aitana para que Salma Paralluelo bajara el cuero con el hombro y lo enviara al fondo de la portería rival.
Tuvo el Wolfsburgo, al menos, la oportunidad de anotar el gol del honor y apretar un poco la eliminatoria con el perfecto cabezazo de Minge a saque de esquina, un testarazo medido que se coló por la escuadra izquierda de la portería defendida por Cata Coll.
A tus pies, Sydney
Aunque parecía que este 1-3 ajustaba un poco el resultado de cara a la vuelta en tierras catalanas, Sydney Schertenleib hizo acto de presencia en el 88′ para escribir con su puño y letra un nuevo capítulo en la historia del fútbol europeo. La internacional suiza de tan solo 18 años, en su segundo encuentro europeo como azulgrana, recogió el cuero, se marchó de una rival y se sacó de la manga un brillante zapatazo con el que envió el esférico directamente al fondo de la portería rival, no sin antes estrellarse contra el larguero y colarse contra la red como un misil. Su primer tanto en Champions, una auténtica obra de arte que, sin lugar a duda, ya forma parte de los mejores goles de la presente temporada europea.
Y, sin tiempo para más, el encuentro llegó a su fin con un muy buen resultado a favor del Barcelona, un 1-4 con el que poder sentenciar la eliminatoria en casa y firmar sin, a priori, mayores complicaciones su pase a las semifinales. Un resultado que, además, significa la primera victoria del Barça en el campo del Wolfsburgo.
