PSG 1-2 Real Madrid
El Real Madrid continua con paso firme en su andadura por la UEFA Women’s Champions League. Tras golear a la Roma por 6-2, las blancas se impusieron con autoridad y buen fútbol ante el Paris Saint-Germain en territorio francés.
Un ajustado 1-2 que las merengues comenzaron a cocinar desde el minuto 29, cuando Naomi Feller descongestionó el luminoso dibujando la primera diana del encuentro.
El tanto de las visitantes sentó como un jarro de agua fría a un PSG al que se le apagaron las luces y se le atragantó demasiado la primera mitad, sin más opciones que la de encerrarse en su campo y despejar cada balón peligroso de sus rivales.
Pero el fortín parisino volvió a derrumbarse al borde del descanso, cuando Alba Redondo le dio caza al segundo tanto madridista para poner más tierra de por medio en el electrónico.

Y de una primera mitad madridista, a un segundo asalto parisino. El PSG arrancó el segundo tiempo con las ideas claras. Desde los primeros minutos, empezaron a merodear la portería española, con el firme objetivo de darle la vuelta al marcador y remontar el encuentro.
Tal fue el ímpetu de las francesas, que el tanto terminó subiendo al luminoso (58′) tras un potente cabezazo de Ajibade.
Tiempo para disfrute y dominio del PSG, tiempo para sufrimiento y agonía del Real Madrid. Los papeles se intercambiaron para mostrar un encuentro totalmente diferente al de la primera mitad. Pero no fue suficiente.
El marcador no volvió a moverse del 1-2 y el crono terminó consumiéndose para dar paso a una nueva victoria del Real Madrid en la máxima competición europea, una victoria más que sufrida y trabajada para seguir soñando en Europa.

Debut oficial de Misa
En esto del fútbol, la mala fortuna de una se convierte en la suerte de otra. Y esto fue lo que le pasó este jueves a Misa Rodríguez. La guardameta canaria pudo gozar de sus primeros minutos oficiales en la presente temporada, debido a la lesión de Frohms.
La arquera titular se vio obligada a marcharse del partido lesionada cuando solo se habían disputado 13 minutos, para dejarle su sitio en el portería a una Misa que, en la presente campaña, todavía no había contado con oportunidades, pero que derrochó calidad y seguridad bajo palos.