El Atlético de Madrid se llevó el primer gran derbi de la temporada con una victoria por 2‑1 ante el Real Madrid que dejó huella. Las rojiblancas salieron con una presión asfixiante y verticalidad afilada, y muy pronto abrieron el marcador gracias a Lauren Leal, que cazó un rechace en un córner y lo mandó a la red con decisión. Las de Manolo Cano supieron castigar los desajustes blancos y maniatar a sus mediocampistas durante toda la primera mitad.
El Real Madrid intentó responder tras el descanso, pero todo se torció con la expulsión de Signe Bruun por una entrada sobre Lauren. Aún así, apareció el talento: Sara Däbritz, en su debut oficial, ejecutó una falta directa con clase para empatar el duelo y silenciar momentáneamente Alcalá. El tanto encendió a las visitantes, pero la inferioridad numérica terminó pesando.
Cuando el empate parecía sentenciado, emergió Luany. La brasileña, eléctrica y atrevida, cazó un balón suelto en la frontal y se inventó un gol de sangre fría tras sortear a dos defensoras. Un tanto que vale tres puntos, el liderato provisional y una declaración de intenciones: el Atlético quiere volver a ser protagonista en la Liga F.













