El RCD Espanyol cerró el año en Liga F Moeve con una victoria trabajada en la Ciudad Deportiva de Buñol: 0-1 ante el Levante. La diana de Ángeles del Álamo y una segunda parte muy seria bastaron para llevarse tres puntos de valor.
Media hora blanquiazul y un susto granota antes del descanso
Las de Sara Monforte, sin Laura Martínez por lesión, salieron mandonas: presión, circulación y llegada. Naima García avisó pronto y Paula Arana llegó a celebrar, pero el tanto fue anulado por falta previa. El dominio tuvo incluso travesaño, con un testarazo de Phoenetia Browne.
El Levante se soltó en el tramo final del primer acto. Carol Marín rozó el gol en una acción que se paseó por el área pequeña y Júlia Guerra sostuvo a las pericas con un despeje bajo palos tras un remate casi a placer.
El 0-1 nace de pizarra
Nada más volver, el Espanyol repitió guion… y encontró premio. En el 51’, una falta colgada por Lucía Vallejo al primer palo la atacó Ángeles del Álamo con fe y precisión: cabezazo al palo corto y 0-1.
Tácticamente, el plan fue claro: 4-4-2 visitante para controlar pasillos y correr cuando tocaba, ante un 5-3-2 local que fue de menos a más. Los números acompañaron el relato: 53,8% de posesión perica, 16 remates y 6 córners.
Final entre interrupciones y un último arreón
La segunda parte se llenó de parones (choques, revisiones y ritmo roto), pero el Espanyol no se desordenó. Romane Salvador respondió cuando Ana Franco probó abajo, y ya en el cierre llegó un gol anulado por fuera de juego y una ocasión clarísima que se escapó por centímetros.
En Buñol, el 2025 se despidió con una idea sencilla: un gol, mucho oficio y la clasificación no regala nada.












