El Costa Adeje Tenerife asaltó Sevilla con una actuación impecable que le valió su primer triunfo de la temporada (0‑4). Desde el primer minuto, desplegó un fútbol directo y sólido, desarmando la defensa local con rápidas combinaciones y presión intensa.
Cada línea del equipo canario aportó su grano de arena: la defensa, infranqueable; el centro del campo, incansable en recuperación y superior en transición; y el ataque, letal en cada incursión. El Sevilla apenas tuvo respiro, completamente desbordado por el ritmo y la coordinación visitante.
El broche: una estructura compacta que no concedió nada, un ataque certero que supo aprovechar cada ocasión… y un Costa Adeje que celebró con contundencia su despertar en la Liga F.













