El Espanyol salió dispuesto a resarcirse tras su gran derrota en la jornada anterior, y pronto imprimió intensidad gracias a su presión alta y verticalidad en campo contrario. Esa ambición tuvo recompensa cerca del descanso: Ona Baradad culminó un contraataque frío con un remate ajustado que, tras revisar el vídeo, fue convalidado para adelantar a las locales.
Tras el descanso, Deportivo ABANCA equilibró el duelo y empezó a generar peligro desde el medio campo. Paciente y sólido, encontró el premio en el minuto 60 con un tanto que igualó la contienda. El partido se abrió, con ambas escuadras mostrándose deseosas de sumar de a tres, y los detalles parecían poder inclinar la balanza en cualquier momento.
Al final, el marcador no se movió. Fue un empate que refleja bien la fiereza del duelo: el Espanyol sacó su orgullo en casa, y el Dépor ABANCA confirmó que, incluso lejos de A Coruña, puede competir con carácter. El punto sabe a poco, pero también muestra que la temporada está viva.




