El nuevo Zubieta vibró este sábado con el estreno en casa del Real Sociedad femenino, que se impuso con autoridad para sumar su primera victoria en casa esta temporada. El canto del txuri‑urdin volvió a tener ecos de ilusión: presión alta, dominio territorial y claras sensaciones de equipo en crecimiento.
Desde el pitido inicial, la Real tomó las riendas: combinaciones fluidas por banda, recuperaciones rápidas tras pérdida y un esfuerzo colectivo que coaccionó al rival. Aunque los goles no llegaron hasta pasados los primeros minutos, cuando las jugadoras encontraron fisuras en la defensa visitante y supieron rematar las oportunidades generadas. La segunda parte confirmó el dominio local: control del balón, varias ocasiones claras y una defensa firme que apenas concedió. El equipo defendió con concentración los instantes finales, mantenido el cero atrás, algo que da aún más valor al triunfo.
Este estreno en Zubieta no es solo una victoria en el marcador, sino un mensaje: la Real quiere mostrar que su nuevo hogar será un fortín, un espacio donde trabajar, crecer y exigir. La grada respondió con aplausos y expectativas renovadas. Si esta actuación sirve de referencia, queda claro que el proyecto txuri‑urdin viene con ganas de hacerse fuerte.




