En Borehamwood, bajo los focos del Mangata Pay UK Stadium, el Arsenal campeón de Europa jugaba un partido trampa: ganar a Twente para quedar a un paso de la fase de eliminatorias, pero con la memoria reciente de la irregularidad en esta UWCL (dos victorias y dos derrotas antes de hoy) y de un rival neerlandés que ya había sacado un empate de prestigio ante el Chelsea. Las visitantes llegaban con sólo dos puntos, pero con un bloque joven y competitivo que se ha hecho un hueco en la liga neerlandesa y que no se acompleja ante los grandes.
El partido empezó con una declaración de intenciones de Renée Slegers: presión alta, muchas jugadoras por dentro y libertad para Victoria Pelova, Mariona Caldentey y Beth Mead para aparecer entre líneas. De esa agresividad llegó una cascada inicial de ocasiones: primero salvó Diede Lemey ante Pelova, luego una defensa sacó bajo palos un remate de Mead y, a la tercera, llegó el 1-0. A los 10 minutos, Alessia Russo descargó y Mead cruzó raso al palo largo, un disparo limpio que hizo justicia al asedio de las londinenses. Twente apenas respiró, pero avisó en una acción aislada: centro de Eva Oude Elberink y cabezazo de Sophie Proost por encima del larguero.
Tras el descanso, el guion cambió de ritmo pero no de dueña. Twente intentó adelantar metros y encontró su gran oportunidad nada más reanudarse, cuando Oude Elberink se plantó ante Anneke Borbe, que salió valiente y se llevó un golpe en la cara para proteger el 1-0. A partir de ahí, el choque volvió a teñirse de rojo: el triple cambio con Caitlin Foord, Frida Maanum y Kim Little dio energía a un Arsenal que siguió acumulando llegadas. Russo rozó el gol en varias ocasiones, incluida una volea de cabeza al larguero, y Lotte Wubben-Moy obligó de nuevo a intervenir a Lemey. Las neerlandesas, en cambio, se quedaron en una sola ocasión clara y un xG muy bajo frente al 61% de posesión y las cinco llegadas a puerta de las inglesas.
MVP: Beth Mead – Gol decisivo al 10’, participación constante en el juego interior y sensación de peligro cada vez que recibió entre líneas; su golpeo y su lectura de los espacios sostuvieron al Arsenal cuando el marcador se quedó corto.
El 1-0 es corto para lo que se vio, pero suficiente para dejar al Arsenal a un punto de la clasificación directa y con, al menos, una plaza de play-off prácticamente garantizada. El equipo de Slegers confirma una identidad reconocible: presión agresiva, circulación paciente y mucho talento para atacar el área, aunque sigue faltando colmillo para cerrar partidos antes. Twente, por su parte, se marcha con sólo dos puntos pero reforzada en competitividad: ha vuelto a demostrar que puede resistir a un gigante europeo durante 90 minutos, aunque la falta de pegada y de claridad en el último tercio la mantiene lejos de los puestos que dan acceso a seguir en esta Champions.
