El Centro Deportivo de Alcalá de Henares vivió una noche de montaña rusa emocional. El Atlético de Madrid llegaba con 6 puntos, sabiendo que una victoria ante un Bayern que ya sumaba 9 le podía abrir la puerta del play-off y hasta acercarle al top-8 del nuevo formato suizo. Las bávaras, dañadas todavía por el 7-1 del Camp Nou pero relanzadas por sus triunfos ante Juventus, Arsenal y Paris SG, buscaban certificar que siguen siendo un gigante europeo más allá de los golpes. El empate deja a las rojiblancas 11ª con 7 puntos, todavía vivas antes de visitar a Lyon, y a las alemanas con 10, metidas de lleno en la pelea por el acceso directo a cuartos.
Víctor Martín planteó un Atlético muy reconocible: línea de cuatro con Lauren y Silvia Lloris en los laterales, Gaby García mandando atrás, Vilde Bøe Risa como ancla y un tridente móvil con Amaiur, Alexia Fernández y Luany por detrás de Fiamma Benítez. La idea era clara: ritmo alto, presión agresiva sobre la salida alemana y atacar el espacio a la espalda de Viggósdóttir y Ballisager. El plan funcionó de inicio. Luany forzó un córner que Gaby cabeceó como primer aviso, y a los 11’ llegó la acción que cambió el partido: centro de Alexia desde la derecha, Viggósdóttir despeja con el brazo por delante de Luany y, tras revisión en el VAR, penalti. Bøe Risa lo transformó con calma para el 1-0 en el 13’.
El gol dio confianza a un Atleti muy vertical por derecha, donde Alexia desbordó una y otra vez a Kett. Bayern tardó en asentarse, pero cuando lo hizo fue a través de Klara Bühl y Pernille Harder: la alemana conduciendo hacia dentro y la danesa apareciendo como enganche. Un disparo cruzado de Bühl rozando el palo y una combinación Caruso–Damnjanović que obligó a Lola Gallardo a intervenir recordaron que el marcador seguía abierto. Aun así, la primera parte se fue con ventaja rojiblanca y sensación de partido controlado: bloque medio, mucha solidaridad en las ayudas de Lloris sobre Bühl y un equipo que se sentía cómodo sufriendo sin hundirse en el área propia.
Tras el descanso, el decorado cambió. Bayern adelantó líneas, apretó la salida de Bøe Risa y comenzó a vivir en campo rival. Bühl salió del vestuario desatada: en la primera jugada ya generó un centro que se paseó por el área, y poco después forzó un penalti por mano de Lloris, otra vez sancionado tras intervención del VAR. Giulia Gwinn mandó el lanzamiento por encima del larguero, pero el aviso quedó claro: las alemanas habían encontrado el filón en el costado izquierdo del ataque. Con Atleti cada vez más hundido, Martín trató de refrescar el centro del campo con Júlia Bartel por Bøe Risa, pero el equipo perdió capacidad para respirar con balón.
El empate llegó en el 63’ y tuvo la firma del tándem que marcó toda la noche. Bühl recibió abierta, aceleró hacia dentro y encontró a Harder en la frontal; la danesa controló y definió para el 1-1. Quince minutos después, la historia se repitió con un punto más de delicadeza: Bühl se fue de dos en la izquierda y filtró un pase delicioso que Harder cabeceó a la red para el 1-2. Durante ese tramo, el Atleti se vio sometido, incapaz de sostener la presión inicial ni de hilvanar tres pases seguidos. Lauren y Gaby sostuvieron como pudieron el área, pero cada vez que Bayern aceleraba por el costado de Bühl el peligro era real.
Cuando peor pintaba todo, llegó la jugada que reescribe la noche. Minuto 88: Lauren roba arriba, rompe la primera línea y abre hacia Luany. La brasileña pausa, retrocede el balón y ahí aparece Fiamma en la frontal, con todo el estadio empujando. Control orientado y derechazo a la escuadra para el 2-2, un golazo que premia la fe de un equipo que se negaba a que el relato fuera el de una remontada alemana más. Alcalá se levantó como si el tanto valiera una clasificación matemática: más allá del punto, el mensaje es que este Atleti ya compite de verdad contra las estructuras pesadas de Europa.
MVP: Klara Bühl (Bayern München) – Elegida Jugadora del Partido por la UEFA, gobernó el costado izquierdo durante los 90 minutos: provocó el penalti fallado por Gwinn, se ofreció siempre entre líneas y participó de forma decisiva en los dos goles de Harder, atacando y fijando a Lloris y a las centrales. Su influencia en cada oleada alemana explica por qué el Atleti terminó defendiendo tan cerca de Lola.
En clave táctica, el empate deja lecturas cruzadas. El Atlético confirmó que su 4-2-3-1 tiene colmillo cuando Alexia y Luany pueden correr y cuando Bøe Risa encuentra a la mediapunta de cara, pero también que sufre cuando el rival logra juntar ataques largos sobre los laterales. El carril Lloris–Bühl fue una batalla desigual durante buena parte del segundo tiempo. Bayern, por su parte, mostró una estructura reconocible, muy apoyada en la sociedad Bühl–Harder y en la capacidad de Dallmann y Caruso para llegar desde segunda línea, pero volvió a dejar vivos a un rival tras dominar un tramo largo del encuentro.
El 2-2 sabe a victoria emocional para las rojiblancas: están 11ª con 7 puntos y se jugarán el pase en Lyon, un examen mayúsculo pero impensable hace unos meses. Para Bayern, es un tropiezo relativo: suma 10 puntos y sigue en posición de privilegio, aunque la sensación es que dejó escapar dos puntos por falta de contundencia en las áreas. En cualquier caso, la noche en Alcalá deja una imagen clara: el Atleti ya no mira a las grandes de Europa con complejo, y nombres como Fiamma, Alexia o Lauren se van instalando en el mapa continental a base de noches así.
