En una noche fría en el Intility Arena, Vålerenga y Paris FC se cruzaban en un duelo directo por la zona media de la nueva fase liga de la UWCL. Las noruegas llegaban con 4 puntos y las parisinas con 5, ambas pegadas en la tabla (13.ª y 12.ª) y con la sensación de que un triunfo podía cambiar su horizonte: para Vålerenga, seguir soñando con el play-off; para Paris FC, engancharse definitivamente a la pelea por el top-8.
El primer tiempo tuvo más tensión que precisión. Vålerenga, en 3-4-3, golpeó primero: Sædís Heidarsdóttir obligó a Mylène Chavas a intervenir en el 8’, en una de las pocas llegadas claras locales. A partir de ahí, Paris FC fue creciendo desde su 4-3-3: balón para Korosec, Garbino y Picard, acumulando tiros lejanos y una serie de córners que empujaron a las noruegas atrás. El partido se rompió justo antes del descanso: en el 45’+4, Karina Sævik fue expulsada por conducta violenta tras revisión del VAR, dejando a Vålerenga con diez y cambiando por completo el paisaje del encuentro.
Con superioridad numérica, Paris FC monopolizó la reanudación. Disparos de Bogaert, Le Moguédec y Azzaro, un cabezazo de Hawa Sangaré al palo en el 64’ y un carrusel de centros desde los costados fueron cercando a Tove Enblom, decisiva con varias paradas. El punto de inflexión llegó al 79’: mano de Sara Hørte dentro del área y penalti. A los 81’, Lorena Azzaro asumió la responsabilidad y convirtió el 0-1, premiando el dominio visitante. En el descuento, Korosec aún rozó el segundo, pero su disparo se marchó alto.
MVP: Melween N’Dongala (Paris FC) – La lateral francesa fue el sostén del plan con una futbolista más: ganó duelos en banda, corrigió transiciones, ofreció siempre una línea de pase limpia y dio amplitud en ataque. Sin aparecer en el marcador, firmó un partido muy completo, de esos que ordenan a todo el bloque a su alrededor.
El 0-1 refleja bien el guion: Paris FC terminó con un 65 % de posesión, 22 remates (7 a puerta) y 9 córners ante apenas 3 tiros y 2 disparos entre palos de un Vålerenga que, tras la roja, se limitó a resistir. La victoria impulsa a las parisinas hasta los 8 puntos y les da aire en la carrera por el play-off europeo, reforzando la idea de un equipo intenso y físico, capaz de apretar 45 minutos con una jugadora más. Vålerenga, en cambio, paga carísimo ese gesto de Sævik: su valentía inicial y la solidez de Enblom no bastaron para rescatar un empate que habría valido oro en esta Champions League femenina.















