A sus 41 años, Dany Domingos no solo es la jugadora más veterana en vestir la camiseta de España: es un latido colectivo, un faro para todas las niñas que sueñan con jugar sin pedir permiso.
La fuerza de una referente eterna
Su último gol ante Canadá llegó con una dedicatoria que atraviesa el pecho: un beso al cielo para su madre, fallecida hace apenas unos meses. “Mi madre siempre estuvo ahí, lo es todo”, confiesa la pívot, con esa mezcla de firmeza y ternura que la define desde niña.
Crecer contra el “no”
Dany aprendió a jugar en la calle, esquivando miradas que decían que “las niñas no podían”. Su padre dudaba, un profesor la frenaba… pero su madre la empujó hacia adelante.
De ese empuje nace su fuego: el trabajo diario, la humildad radical y una resistencia que no envejece.
Caerse, doler, levantarse
En marzo fue el descarte antes de la fase de clasificación del Mundial. Un golpe. Un silencio. Y luego, impulso:
“Me dio más fuerza para seguir siendo yo”.
Hoy, desde Filipinas, celebra cada gol con un gesto dedicado a su familia —su pareja, los peques, el perro— una tribu de cinco que ilumina su camino.
Dale al play
Su historia vibra, inspira y abraza.
Mira el vídeo y déjate atravesar por la magia de Dany.
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