El Arsenal ha anunciado que, a partir de la próxima temporada, disputará todos sus partidos de la Women’s Super League en el Emirates Stadium, con capacidad para más de 60 000 personas. Un salto histórico que refleja el crecimiento exponencial de su afición en los últimos años.
Liderazgo y visión fuera del campo
Detrás de este fenómeno hay factores clave: el carisma de jugadoras como Leah Williamson, que tras la Euro 2022 pidió llenar estadios también durante la liga, y una estrategia comercial innovadora liderada por Juliet Slot. El club ha apostado por marketing digital y radiofónico dirigido a familias y mujeres jóvenes, además de introducir abonos accesibles para fidelizar a la afición.
Un cambio cultural en marcha
A diferencia de otros clubes ingleses, el Arsenal ha dejado de regalar entradas, reivindicando el profesionalismo de sus futbolistas. La experiencia en el estadio se concibe como un evento social y deportivo, inspirándose incluso en modelos de otros deportes como las carreras de caballos.
¿Un ejemplo exportable?
Los focos se giran ahora hacia los gigantes del continente. En Liga F, el FC Barcelona roza el lleno en Montjuïc para los duelos europeos mientras Real Madrid aún no ha llevado ningún partido al Bernabéu. En la Frauen-Bundesliga, Bayern München y VfL Wolfsburg han superado las 30 000 entradas en citas clave, aunque mantienen la mayoría de encuentros en recintos más pequeños. Y en la Serie A Femminile, AS Roma y Juventus alternan el Olímpico y el Allianz con sus sedes habituales, buscando equilibrio entre atmósfera y costes.
El “modelo Arsenal” prueba que la demanda puede sostener estadios de élite, pero su réplica exige inversión prolongada, narrativa de club y un ecosistema de aficionados dispuesto a pagar por la experiencia semana tras semana.
Fuente: Calcio Femminile Italiano.
