El Cacereño Femenino afronta un pequeño “partido extra” antes de jugarse los puntos: encontrar campo. La remodelación del Manuel Sánchez Delgado —un complejo que llevaba tiempo pidiendo mejoras en césped y graderío— obliga a desplazar el encuentro de este sábado (16.00 h) ante el Betis al campo de la Diputación, El Cuartillo, habitual plan B para citas de urgencia.
La jornada 12 llega con los dos equipos empatados a 10 puntos, una frontera incómoda que marca la zona baja. Para las verdes, el duelo es calificado como clave: cortar una racha negativa y recuperar sensación de grupo. El propio cuerpo técnico venía reclamando “oxígeno” y ha concedido varios días libres para recomponer cabeza y piernas.
En clubes de esta escala, la obra en un campo no es un simple traslado: cambia rutinas, referencias y el propio paisaje emocional del equipo. El Cuartillo ofrece buenas dimensiones y accesos, pero no es “casa”. Aun así, la plantilla confía en convertir el escenario en aliado, apoyada en la presencia de una grada muy cercana al césped.
Duelo directo en tierra de nadie
El Betis llega con idéntico botín clasificatorio y la urgencia de sumar. La victoria permitiría al Cacereño abrir brecha y, sobre todo, recuperar credibilidad competitiva tras varias semanas de frustración y quejas arbitrales.
El parón ha sentado como cortafuegos; ahora toca comprobar si basta para que el equipo de Ernesto Sánchez vuelva a conectar con su versión más fiable.
Un sábado de cambios… y de necesidad.







