El arbitraje es una parte fundamental del fútbol, pero muchas veces no recibe la visibilidad que merece. En esta ocasión, nuestra compañera Rocío Nadales ha tenido la oportunidad de entrevistar a Astrid Carolina Cevallos Cevallos, joven árbitra de la delegación de Almería, quien compartió con nosotros su experiencia en el mundo del arbitraje.
Los inicios en el arbitraje
Astrid comenzó su trayectoria arbitral a los 12 años, la edad mínima permitida, tras haber estado siempre ligada al fútbol. Su pasión por el arbitraje nació desde pequeña, aunque no tuvo la oportunidad de hacerlo oficial hasta que un compañero le animó a dar el paso.
«Cuando llegué a mi casa y le dije a mis padres que me firmaran la autorización para ser árbitra, su cara fue un cuadro», recuerda con humor.
Dificultades y retos
Ser una joven árbitra no ha sido tarea fácil. Astrid confiesa que en sus inicios algunos jugadores intentaban «engañarla» debido a su edad y también ha experimentado situaciones en las que el hecho de ser mujer ha sido un desafío extra.
«En categorías senior, al ver el parche de menor edad, intentan ponerte a prueba. Además, ser mujer también hace que muchas veces te cuestionen antes de verte en acción», explica.
Partidos más especiales
Astrid ha tenido la oportunidad de arbitrar en encuentros importantes, pero destaca dos en especial: la final del Campeonato de Andalucía y un partido de selecciones nacionales autonómicas.
«Son la recompensa al trabajo realizado, las designaciones que nos hacen sentir felices y motivadas», comenta.
Otro partido memorable fue el que arbitró en La Rosaleda, el único partido que ha jugado el Málaga C.F. Femenino en el feudo blanquiazul, frente al C.D. Fermaguín canario, un momento que vivió con nervios y mucha emoción. «Me enteré por mis asistentes que finalmente pitábamos en la Rosaleda (…) recuerdo que llegamos con mucha antelación y cuando me di cuenta de que pitaría en ese estadio, no podía creérmelo.»

Conciliación con los estudios
Compaginar el arbitraje con los estudios es un reto para Astrid, pero lo maneja con organización y sacrificio. «Intento llevar todo al día para que los fines de semana estén libres para arbitrar», afirma. Incluso ha aprovechado los momentos previos a los partidos para repasar apuntes.
El problema de la violencia en el arbitraje
Uno de los aspectos más preocupantes del arbitraje es la violencia que sufren los colegiados. Astrid lamenta que los insultos y agresiones sean frecuentes, no solo en el fútbol profesional, sino también en las categorías base.
«Lo peor es que muchas veces los insultos provienen de mujeres, lo cual resulta irracional», afirma. «Se está sobrepasando un límite muy peligroso y necesitamos que se respete a los árbitros en todas las categorías.»
Sueños y futuro
Astrid no oculta su ambición y espera llegar a primera división femenina en los próximos años. «Sé que requiere mucho esfuerzo y sacrificio, pero lo primero es visualizarse ahí.»
Próximamente, participará en un evento en Estados Unidos, lo que considera una gran oportunidad para seguir creciendo en su carrera.
Consejo para futuras árbitras
Para aquellas chicas que quieran iniciarse en el arbitraje, Astrid tiene un mensaje claro: «Si lo tienen claro, que no duden. Es fundamental estar bien física y psicológicamente, pero si es su sueño, que luchen por ello.»
Os lo dejamos también en formato podcast por si es más cómodo
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