Por primera vez, España cierra el año con un mensaje rotundo: número 1 del mundo en el ranking FIFA masculino… y también en el femenino.
En la historia, solo la Alemania de 2015 había logrado algo así. Y lo potente aquí es el “cómo”: no por marketing ni por relato, sino por resultados sostenidos y una identidad futbolística reconocible.
El motor real: el fútbol femenino
El hito tiene un corazón clarísimo: la Selección española femenina. La actualización de diciembre mantiene a España arriba tras revalidar la UEFA Women’s Nations League, un título que no solo suma trofeo: suma puntos, prestigio y continuidad.
Según datos publicados en España, La Roja alcanza 2094,891 puntos, ampliando la distancia con Estados Unidos (2057,583).
Y no es solo la tabla: es la gente. En la final ante Alemania, el Metropolitano fue una postal histórica con 55.843 personas en la grada, récord para un partido de la selección femenina en casa.
“Lo que hemos hecho por el fútbol de mujeres en España”
Después del partido, Alexia Putellas lo dejó en una frase que pesa más que cualquier gráfico:
“It says a lot about what we’ve done for women’s football in Spain.”
Esa idea conecta directo con el fútbol base: cuando la élite abre puertas, los barrios y los clubes pequeños reciben el eco. Más niñas apuntándose, más familias mirando, más entrenadoras exigiendo espacio, más instituciones obligadas a tomárselo en serio.
Top 10 del ranking FIFA femenino
- España – 2095 puntos
- Estados Unidos – 2058 puntos
- Alemania – 2011 puntos
- Inglaterra –
- Suecia
- Brasil
- Francia
- Japón
- RDP de Corea (Corea del Norte)
- Canadá

Lo que viene: sostener la cima (y repartirla)
Estar arriba es noticia. Mantenerse, también. Pero lo verdaderamente transformador es que este liderazgo se traduzca en recursos para todas: más inversión en cantera, mejores condiciones, y una estructura que no dependa de “generaciones doradas”, sino de derechos y planificación.
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