La Eurocopa Femenina 2025 en Suiza está rompiendo moldes: con un promedio de 3,57 goles por partido, supera ampliamente a la edición de 2022 y se perfila como la más prolífica de la historia reciente. El espectáculo no solo está en los números, sino en el choque de estilos que define cada encuentro.
Un torneo de extremos y una España única
En medio del caos ofensivo, España emerge como rara avis. Mientras la mayoría de selecciones apuestan por ataques directos y pragmatismo, las españolas insisten en su juego de pases cortos y posesión, desafiando la tendencia general. Su capacidad para salir jugando desde cualquier zona del campo las convierte en el «equipo unicornio» del torneo.
El aumento no se explica por más errores defensivos ni por un aluvión de jugadas a balón parado. La clave está en la eficiencia: los equipos son más quirúrgicos al atacar y han mejorado notablemente su definición. El dato es revelador: los goles sin penalti superan el xG (goles esperados), señal de una calidad técnica creciente.
Así, mientras Italia, Inglaterra o Alemania priorizan la verticalidad y la velocidad, España sigue fiel a su identidad. El desenlace parece claro: el título se decidirá entre el pase paciente español y el vértigo del resto.
Fuente: The Guardian.




