El Stade Michel-d’Ornano amaneció con prisa francesa. A los tres minutos, Malard cabeceó un centro de Bacha y encendió a Caen. Pero Alemania no pestañeó: nueve más tarde, Anyomi empató con un derechazo seco, recordando que el 1-0 de la ida era mucho más que una renta mínima: era un plan, una fe.
Tras el intercambio de golpes del primer acto, la reanudación trajo la firma que viene marcando la eliminatoria. Klara Bühl —autora del gol en Düsseldorf— volvió a aparecer al 50’ para cruzar el 1-2. Alemania, pragmática, se replegó lo justo y eligió bien cada salida. Incluso rozó el 1-3, anulado por fuera de juego, mientras Johannes mantenía el pulso firme bajo palos.
Francia no se rindió. Con Diani percutiendo por fuera y Karchaoui/Bacha desbordando, el área alemana vivió minutos de zafarrancho. El 2-2 de Clara Mateo en el 89’ metió a todo Caen en el partido y prometió un desenlace a la épica. Pero a esta Alemania ya no se la tumba con oleadas: se ordenó en su área, apretó dientes y dejó pasar el temporal hasta el pitido final.
La semifinal se decidió por detalles: la puntería de Bühl en ambos duelos, la pegada inmediata de Anyomi y la capacidad de sufrir sin desfigurarse. El 3-2 global sella un pase con aroma clásico: Alemania jugará la final de la Women’s Nations League contra España, que llega lanzada tras un global incontestable ante Suecia. Otra cita grande entre dos viejas conocidas y una pregunta en el aire: ¿bastará el acero alemán para frenar el vértigo de la campeona del mundo?
Fuentes
– UEFA.com, “France vs Germany – Match page” (cronología oficial del partido).
