En el modesto Keys Park Stadium de Cannock, Hazzana Parnell, de 38 años, y su hija Remaya Osbourne, de 16, viven un sueño compartido: jugar juntas en el mismo equipo, el Hednesford Town, en la Women’s FA Cup.
Lo que para muchas familias es una fantasía, ellas lo han convertido en realidad sobre el césped, compitiendo codo a codo como delanteras y celebrando goles conjuntas.
Parnell, con pasado en clubes como Fulham, Charlton o Nottingham Forest y exinternacional sub-19 con Inglaterra, interrumpió su carrera por la maternidad. Nunca imaginó volver al fútbol hasta que una llamada de su excompañera Laura Hodgkiss la devolvió al vestuario.
Poco después, Remaya cumplió 16 años y se sumó al equipo. Desde entonces, madre e hija han marcado goles juntas y se entienden a la perfección en el campo: «Veo sus visiones y ella puede ver las mías», cuenta Remaya.
La familia respira fútbol: el padre y el tío de Remaya fueron profesionales y siempre ha habido un balón cerca. Para Parnell, ver a su hija disfrutar del deporte que tanto le costó acceder es motivo de orgullo.
«Solo quiero que sea feliz y trace su propio camino», afirma.
Mientras tanto, ambas disfrutan cada minuto compartido en la competición más emblemática del fútbol femenino inglés.
Fuente: The Guardian.







