Irene Paredes disputará su cuarta final con la Selección Española Absoluta. La central guipuzcoana vuelve a liderar la zaga en una cita grande y extiende una trayectoria marcada por la regularidad, el liderazgo y la fiabilidad en los momentos decisivos.
Para Paredes, esta final es la confirmación de una década en la élite internacional. Su jerarquía aérea, la lectura de juego y la salida limpia desde atrás han sido claves en la evolución del equipo. También su ascendencia en el vestuario: una capitana que ordena, corrige y empuja, manteniendo al grupo unido en cada reto.
El objetivo ahora es redondear el ciclo con otro título. España llega con un bloque competitivo y con la experiencia reciente de grandes noches. Con Paredes al mando de la línea defensiva, el equipo gana empaque y oficio para gestionar los 90 minutos —y los momentos de máxima tensión— que deciden un campeonato.




