A sus 34 años y recién estrenada capitanía coral junto a Alexia, Mariona, Aitana y Olga, la central afronta cada partido “con los mismos nervios de siempre”, un cosquilleo que —dice— la activa y mejora su rendimiento. Desde la grada en el debut y ya sobre el césped ante Bélgica, Paredes confía ciegamente en sus 22 compañeras: “Cuando sacamos un córner visualizo el gol; con el golpeo de Pina lo tengo claro”.
Defiende que el mando se ejerce en plural: “Un grupo se lidera mejor en compañía; somos cinco, pero en realidad somos una”. Para la guipuzcoana la clave está en la comunicación constante, hacer partícipe a todo el vestuario y mantener la humildad que la llevó de niña a jugar entre farolas y jerséis a modo de porterías.
Paredes disfruta viendo el juego “desde la mejor butaca defensiva” y hablando sin descanso para ajustar líneas. Con la Euro en el horizonte, resume su receta: trabajo diario, sacrificio colectivo y ese lema suizo que las capitanas han adoptado sin querer: “Una para todas y todas para una”.
Fuente: Irene Paredes, alma de líder y esencia de capitanía – RFEF.es




