Después de siete años como figura indiscutible en Tigres Femenil, Jacqueline “La Maga” Ovalle ha decidido no renovar su contrato, que concluye en diciembre de 2025. El Apertura 2025, entonces, marcará el fin de una etapa dorada.
La salida de Ovalle no es abrupta. Desde hace meses se hablaba de su deseo de emigrar a ligas con mayor visibilidad, como la NWSL o el fútbol europeo. El club, consciente de su trayectoria y compromiso, buscará facilitar su traspaso en invierno, para que pueda irse sin romper vínculos.
Ovalle no solo ganó títulos. Se volvió símbolo de una generación que hizo del fútbol una forma de resistencia. Creció junto a la liga, y con su zurda convirtió el juego en espectáculo. Supo brillar en lo colectivo, sin olvidar que su lugar se construyó desde abajo, desde un fútbol que aún exige garantías.
Hoy, equipos como Washington Spirit en EE. UU., o incluso el Real Madrid, la tienen en el radar. Y no es casualidad. Su madurez futbolística, combinada con una lectura de juego excepcional, la hacen una de las pocas jugadoras capaces de marcar diferencia en cualquier contexto.
El adiós de Jackie no es una pérdida, es la confirmación de que el fútbol femenino en México ya está listo para exportar talento propio.
Queda un torneo por jugar. Y una historia aún por escribirse.
