La A-League Women atraviesa uno de sus momentos más delicados. Un nuevo informe del sindicato de futbolistas ha encendido todas las alarmas: la liga, que hace una década era referente mundial, se ha convertido en la «menos preferida» para las propias jugadoras australianas.
Un punto de inflexión para el fútbol femenino australiano
El estudio revela que el salario medio apenas supera los 30.000 dólares y que el 76% de las futbolistas no se siente económicamente segura. Más de la mitad debe compaginar el fútbol con otros trabajos, lo que repercute en su salud mental y rendimiento. «Nos llaman profesionales a tiempo completo, pero seguimos siendo trabajadoras a tiempo parcial», denuncia la veterana Tameka Yallop.
Fuga de estrellas y juventud forzada
La falta de inversión y apoyo está provocando una fuga constante de talento hacia ligas extranjeras. El resultado: el 32% de los minutos jugados la pasada temporada correspondió a futbolistas menores de 21 años, lo que afecta a la calidad y al atractivo del campeonato. Las gradas también lo notan: la asistencia cayó un 26% tras el Mundial.
«La A-League Women ha llegado a un punto crítico. Sin inversión urgente y profesionalización real, el riesgo es perder aún más talento y conexión con la afición», advierte Beau Busch, director ejecutivo del sindicato.
Casi dos tercios de las jugadoras apuestan por una gestión independiente para aprovechar el auge global del fútbol femenino. El futuro inmediato pasa por escuchar a quienes están en el césped.
Fuente: The Guardian.



