
Tras más de una década de crecimiento y resistencia, la UDG Tenerife Egatesa se fusionará oficialmente con el CD Tenerife. Una noticia que ha sacudido al fútbol femenino canario y que nos invita a mirar con atención tanto las oportunidades como las tensiones que implica esta decisión.
El acuerdo, anunciado esta semana, establece que la Fundación Canaria CD Tenerife absorberá la gestión de todos los equipos del Egatesa —desde la Liga F hasta la cantera— a partir del 1 de julio. El club azul y blanco mantendrá su plaza en la élite, pero cambiará de nombre: UD Tenerife.
¿Una fusión o una absorción?
Aunque se presenta como una unión, muchas voces dentro y fuera del club señalan que estamos ante una absorción encubierta. La estructura y marca del Egatesa, construidas durante años por mujeres, trabajadoras y afición local, quedarán diluidas bajo la imagen corporativa del CD Tenerife.
El presidente de la UDG Tenerife, Sergio Batista, defendió la decisión argumentando que era «el momento adecuado» y que “se había hecho todo lo posible por mantener la independencia”. Sin embargo, no todas comparten ese optimismo. La falta de participación pública de las jugadoras en el anuncio ha generado inquietud sobre su papel en este proceso.
Una oportunidad con matices
El acuerdo con el CD Tenerife abre puertas en términos de infraestructura, recursos económicos y proyección. Las futbolistas tendrán acceso a mejores instalaciones y condiciones laborales, y el equipo podría beneficiarse de una mayor visibilidad mediática.
Pero también plantea preguntas importantes: ¿Se respetará la identidad y el legado del Egatesa? ¿Habrá un compromiso real con la equidad de género o simplemente se integrará el equipo femenino en una estructura diseñada por y para el fútbol masculino?
Un momento para no bajar la guardia
Desde Las Futbolistas, celebramos todo avance que contribuya al crecimiento del fútbol femenino, siempre que no suponga borrar la historia ni silenciar las voces que lo han hecho posible.
Esta fusión es una oportunidad para repensar modelos y reconocer el valor de los proyectos impulsados desde la autonomía.
Estaremos atentas a los próximos pasos, acompañando a la comunidad futbolera de Tenerife —especialmente a sus jugadoras, afición y cantera— en este nuevo capítulo. Porque lo que está en juego no es solo una camiseta, sino la forma en que queremos que evolucione el fútbol de mujeres: justo, diverso y con memoria.