En una noche de máxima tensión en el Stadion Letzigrund, Lucy Bronze volvió a demostrar por qué es insustituible para Inglaterra. La veterana lateral fue mucho más que una defensora: marcó un gol clave, se autoatendió una lesión y selló el pase a semifinales ante Suecia con un penalti ejecutado a 102,5 km/h.
Bronze, que colgó en la concentración una foto suya exhausta tras perder el bronce mundialista en 2019 contra las suecas, encarna el sacrificio y la resiliencia. «Mi porqué es darlo todo por este equipo porque amo jugar para Inglaterra«, confesó. Y lo demostró: pidió balones, remató de cabeza, pateó vallas publicitarias y hasta se convirtió en fisioterapeuta improvisada para seguir luchando en la prórroga.
Liderazgo dentro y fuera del campo
No solo fue decisiva con sus acciones, sino también guiando a las jóvenes como Michelle Agyemang. Su mensaje antes del penalti final fue claro: «Yo marco, tú paras la siguiente: se acabó«, le dijo a la portera Hannah Hampton.
A sus casi 34 años, Bronze sigue siendo el motor emocional y táctico de las Lionesses. Como resumió Sarina Wiegman: «Lucy Bronze es única. Lo que la define es su resiliencia y lucha. Solo sale del campo en silla de ruedas«. Inglaterra necesita su experiencia ahora más que nunca.
Fuente: The Guardian.