El Paris FC salió con intención de someter desde la posesión y encontrar a Clara Mateo entre líneas para activar los costados. El OH Leuven, más práctico, aceptó defender bajo y morder tras robo. El 1–0 llegó tras una circulación larga que abrió el carril derecho y acabó con un remate franco en el corazón del área. Lejos de ceder, el campeón belga respondió con una transición vertical: recuperación, dos toques para desordenar y definición templada para el 1–1 antes del descanso.
El segundo tiempo fue un pulso de ritmos. El Paris FC volvió a mandar y encontró el 2–1 en una acción que nacía de presión alta y segunda jugada, premio a su insistencia. Cuando parecía tener el partido controlado, el Leuven aguantó la tormenta y se ganó su punto en el tramo final: córner, prolongación al segundo palo y aparición decisiva para el 2–2 que silenció a Charléty.
El plan de Sandrine Soubeyrand funcionó durante muchos minutos: presión tras pérdida eficaz y amplitud para fijar. Pero el Leuven compitió con oficio: líneas juntas, portera solvente en balones laterales y un timing quirúrgico para salir a correr. En el intercambio, brilló Mateo por su lectura y último pase; en el lado belga, Conijnenberg impuso su físico y claridad para lanzar contras.
Empate que deja abiertas las dos plazas de privilegio en la fase liga: el Paris FC suma, pero lamenta no cerrar un duelo que dominó; el OH Leuven se lleva un punto de carácter que alimenta su objetivo de pelear cada jornada. En una Champions de seis fechas, cada detalle cuenta y el margen de error se reduce al mínimo.
Fuentes:
UEFA – Women’s Champions League, Match Centre (acta y estadísticas del partido)
