Tras el 6-1 ante Marruecos y la clasificación para las semifinales del Mundial, Irene Córdoba puso palabras a una noche muy especial. La pívot, tercera máxima goleadora histórica de la selección, firmó los cuatro primeros tantos del partido y reconoció que «marcar cuatro goles es algo soñado» que no se espera vivir. Subrayó que lo importante es que sus goles han servido para ayudar al equipo y los vinculó al trabajo de mucho tiempo, con una satisfacción compartida con el resto del vestuario.
En clave colectiva, Irene explicó que el grupo llega a la semifinal «muy confiado», después de una fase final en la que España ha ido creciendo partido a partido. Recordó que el equipo ha trabajado mucho para estar en esta situación y que ahora toca seguir en la misma línea, con la idea clara de que la selección «se merece estar aquí» y de que cada paso en el torneo exige mantener el nivel mostrado hasta ahora.
Por su parte, Clàudia Pons se mostró «muy satisfecha» por la clasificación y recordó que estar en semifinales era el objetivo inicial. A partir de ahora, señaló, la meta pasa por llegar a la final. La seleccionadora describió el partido ante Marruecos como «más complicado de lo que pueda parecer», con un gran inicio español, un tramo en el que el juego de cinco marroquí cortó el ritmo y el gol rival hizo al equipo recular, y una segunda parte en la que España ajustó, salió concentrada y acabó firmando un marcador amplio.
Mirando ya al próximo cruce, Pons insistió en que la selección no puede llegar «con más confianza», pero advirtió de que ningún partido está siendo sencillo. Remarcó que cada encuentro ha exigido cosas distintas y que la clave para competir en semifinales será la concentración, sostener la identidad de juego y responder a los diferentes retos que plantee el rival en este tramo decisivo del primer Mundial femenino de futsal organizado por la FIFA.







