La gran sorpresa helvética de la Euro 2025 esconde un desequilibrio: solo dos futbolistas de la selección juegan en la Superliga local porque la mayoría no puede vivir de su sueldo. Con el torneo como escaparate, la emigración se ha convertido en la norma.
Datos clave
- La liga suiza aún no es profesional: apenas 12 jugadoras cobran un salario “decente”; el resto ingresa unos 550 € mensuales.
- De las 23 internacionales convocadas para la Euro, 21 militan en el extranjero (Bundesliga, WSL, Serie A o Liga F).
- Pese a hitos como los 10.647 asistentes del Young Boys–Grasshopper, la competencia de mercados consolidados sigue siendo abismal.
Implicaciones
La combinación de bajos sueldos y nula protección contractual crea un círculo vicioso: sin salarios dignos no hay dedicación plena, el nivel deportivo baja y las marcas ven poco retorno. Mientras tanto, ligas vecinas fijan estándares muy superiores: en España, la Liga F acordó un salario mínimo de 21 000 € anuales para 2023-24 (subirá a 23 500 € en 2025-26) y en Inglaterra la media roza los 30 000-35 000 £. El resultado es una fuga constante de talento joven suizo que fortalece a rivales directos en Europa.
La Euro 2025 puede ser palanca de cambio si la Federación y los clubes convierten la exposición mediática en inversión estructural: instaurar un salario mínimo realista, centralizar los patrocinios y garantizar calendario a tiempo completo. De lo contrario, la Superliga seguirá siendo un trampolín… para saltar lejos de casa.
Fuentes
- Diario AS, “Suiza emigra: los sueldos, de 550 euros” (16 jul 2025)
- SWI swissinfo.ch, “Top footballer rues lack of prospects for women in Switzerland” (2 jun 2025)
- ESPN, “Liga F players strike called off after pay deal agreed” (sept 2023)
