Más de 10.000 personas celebraron en Lucerna el triunfo de Suiza ante Canadá gracias a un gol decisivo de Alayah Pilgrim. El ambiente, aún impregnado del legado de la Euro 2025, refleja el renovado interés por el fútbol femenino suizo.
La cita continental dejó récords: 623.088 asistentes en 31 partidos y una selección local que alcanzó los cuartos de final por primera vez. Aunque el salto en popularidad no ha igualado al boom inglés tras la Euro 2022, los datos son alentadores: la Women’s Super League suiza ha crecido un 62% en asistencia media esta temporada, con clubes como Grasshopper y Thun duplicando o casi duplicando sus cifras.
Desafíos más allá del entusiasmo
El reto ahora es transformar el «hype» en algo duradero. Desde Basilea, su director deportivo subraya la importancia de ir más allá de las promociones puntuales y apostar por planes a largo plazo: mejorar la base juvenil y asegurar apoyos financieros estables.
La federación suiza reconoce el aumento sostenido de público y busca nuevas fórmulas para fidelizar a la afición, especialmente de cara a las próximas clasificatorias mundialistas. El mensaje es claro: para consolidar este avance, hace falta compromiso tanto de la sociedad como del tejido empresarial local.
Fuente: The Guardian.





