Con solo 17 años, Sydney Schertenleib se ha convertido en la gran esperanza de una Suiza que, pese a contar con apenas 40.000 mujeres y niñas federadas (el 12% del total de licencias), ya firma su mejor Eurocopa como anfitriona. La joven del Barcelona representa el relevo generacional tras figuras como Ana Maria Crnogorcevic o Lia Wälti.
Formada en el FC Zürich, Sydney pasó por el Grasshopper antes de aterrizar en Barcelona, donde su adaptación fue tan exigente como enriquecedora: «Pensé que sería fácil, pero hubo momentos en los que no podía completar las carreras», confesó en Blick. Su físico (178 cm), polivalencia y visión de juego la han hecho imprescindible tanto de pivote ofensivo como de extremo.
Bajo la lupa antes de medirse a España
Compañeras como Jana Fernández, Claudia Pina y Ona Batlle advierten del peligro que supone Sydney: «Es muy joven, pero muy buena. Cuando tiene el balón es peligrosa». En Suiza, intentan protegerla del foco mediático y dosificar su responsabilidad, conscientes de su potencial y del revuelo que genera.
Hija de deportistas y con dos hermanas también atletas, Schertenleib mantiene los pies en la tierra: «Mi mayor meta es ganar el Balón de Oro. Confío en lograrlo, pero intento seguir aprendiendo». Ante España, tendrá una nueva oportunidad para demostrar por qué es la joya suiza.
Fuente: Marca.




