El BK Häcken ha conquistado su primer SM-guld y la celebración estuvo a la altura del hito. Tras el pitido final, la euforia se desató entre jugadoras y cuerpo técnico, con promesas de una larga noche de fiesta. «Vamos a celebrar como nunca«, aseguró Hanna Wijk, aún sin decidir qué locura haría para cumplir su promesa de temporada.
Una noche para la historia en Gotemburgo
La emoción era palpable: Monica Jusu Bah y la goleadora Felicia Schröder animaron el banquete con bailes que ya son tradición tras cada victoria, pero que esta vez tuvieron un significado especial. «Llevamos toda la temporada ensayando esta danza, pero hoy tenía más fuerza que nunca«, confesó Jusu Bah.
Cantos, discursos y rivalidad
No faltaron los cánticos dirigidos al subcampeón Hammarby, ni los discursos emotivos. La portera internacional Jennifer Falk agradeció a sus compañeras y explicó por qué nunca ha querido jugar fuera de Suecia: «Quería vivir este momento con vosotras«. Wijk, por su parte, animó a todas a disfrutar: «Bebed y pasadlo bien, ¡tenemos una larga noche por delante!«.
El oro de Häcken no solo es un triunfo deportivo; es también una celebración colectiva de identidad y pertenencia en el fútbol sueco.
Fuente: Aftonbladet.
