
Barcelona 1-2 Levante
No es perder; es cómo perder. Lo normal no es ganarlo todo y terminar la temporada invicto en Liga. Lo normal es perder, tropezar ante algún que otro rival que sabe encontrarte las cosquillas. El problema es cuando caes dando tu peor imagen en casa y ante el penúltimo clasificado.
El Barcelona se vio superado en el escenario más inoportuno y ante el rival menos esperado, un Levante que asaltó el Johan Cruyff a base de saber aprovechar sus oportunidades y, por qué no decirlo, con exceso de picaresca.
Pere Romeu sorprendió a todos al apostar por un once titular plagado de suplentes, aunque la afición respondió bien a estas rotaciones, tan pedidas últimamente para darle descanso a las habituales y porque el panorama parecía ser de lo más agradable: un, a priori, encuentro nada complicado en casa ante el penúltimo de la competición doméstica.
Con Roebuck bajo palos y jugadoras como Jana, Marta, Kika, Vicky, Engen y Brugts como titulares, el balón echó a rodar con un Barça totalmente hundido en campo rival y un Levante encerrado en su campo que aprovechaba cada recuperación de balón para salir veloz a la contra. El partido parecía controlado para las azulgranas, pero el esférico se resistía a entrar y ya se percibía algo de intranquilidad sobre el verde.
Con todas las estadísticas a favor de las ‘culés’, arrancó una segunda mitad en la que las ‘granotas’ dieron un golpe de autoridad sobre la mesa y sorprendieron a todos los presentes con un golazo marca de la casa de María Alharilla. La veterana capitana del Levante se adentró en el área por el vértice diestro, esquivó a la defensa rival con varias bicicletas y reventó el cuero con la derecha para enviarlo directo al fondo de la portería de la guardameta ‘culé’, después de que el esférico rebotara en los dos palos.

De un Barça B sin rodaje a un Barça A exhausto
Un golazo de la que terminaría convirtiéndose, a posteriori, en la MVP del encuentro y que hizo reaccionar a Pere para darle entrada al partido a Alexia Putellas, Fridolina Rolfö y Ewa Pajor. Poco después, hizo lo propio con Mapi León y Claudia Pina. De un equipo B sin apenas rodaje, el Barça pasó a un equipo A exhausto, sin apenas ideas y sin puntería de cara a la portería rival.
Por delante en el marcador, el Levante empezó a tirar de exceso de picardía, obligando a detener el juego cada pocos minutos, una pérdida excesiva de tiempo que desesperó aún más a un Barcelona sin ideas, sin acierto y sin saber generar peligro de cara a la portería rival.
Las pocas opciones de las barcelonistas se esfumaron con el segundo tanto ‘granota’, obra y gracia de una Ivonne Chacón que estuvo coqueteando con el gol durante todo el encuentro y que, finalmente, lo encontró con una verdadera obra de arte con autopase incluido. Justo en la siguiente jugada, ya en el 93′, Rolfö consiguió recortar distancias en el marcador, pero ya era demasiado tarde.
Y de esta forma, un Levante que llevaba 8 partidos sin ganar en Liga, con solo un par de victorias y 10 derrotas, se impuso a un todopoderoso Barcelona invicto hasta el momento, para escribir una página en las memorias del fútbol y convertirse en el primer equipo en la historia en ganar en el Johan Cruyff desde su inauguración en el año 2019.





